12.4.07

Una diadema turbante


No suelo ver a gente por la calle que me guste como va vestida. Y menos todavía que me encante (debe ser porque soy muy maniática con las combinaciones y tengo muy claro siempre cómo creo que deben ser las cosas para ser bonitas – obviamente para mi gusto). Así que ha sido una sorpresa ver a una por la calle cuyo look me ha encantado de pies a cabeza. Iba con una túnica de punto de algodón fino gris, unos pitillo azul oscuro, unos botines negros con algo de plataforma y suela azul klein, una cazadora de paño azul marino con capucha un poco larga y oversize que no cubría de todo el vestido y una diadema-turbante de satén azul marino. He estado a punto de pararla para preguntarla dónde trabajaba (será deformación profesional). Seguro que en una revista o en una gran firma o algo relacionado con la moda. ¿En el mundo de la moda podemos decir quién llegará lejos o no por cómo viste y combina las cosas, además de por la clase que tiene? Yo creo que sí, aunque también hace falta tener algo de cerebro, ser simpática, relacionarte bien y, cómo no, contar con esa pequeña ayudita de la suerte que no siempre está de nuestro lado. Aunque supongo que esa fórmula del éxito se repetirá en casi todas las profesiones. En el mundo de la moda hay que ir fashion, en el de la abogacía y en el de la banca sobrio y elegante, en el de la publicidad moderno, en el de la música llamativo… y cuanto más adecuados vayamos a nuestro mundo, más confiarán en nosotros los proveedores, los clientes, los colegas. Está claro que la imagen cuenta, y más de lo que nos gustaría aceptar. Quizás no sólo por lo que implica una imagen (que también – una vez salí espantada de la consulta de un ginecólogo porque tenía la bata blanca con un lamparón amarillento) sino por la confianza que le da a uno ser guapo/atractivo e ir bien vestido. Esa es la clave del éxito: la actitud. Por eso Rossi de Palma es tan fabulosa, porque ella se ve fabulosa, porque a pesar de que tenga una boca y una nariz feas está satisfecha con ella misma, por dentro y por fuera, y eso lo transmite. En un estudio que vi hace unos meses en un periódico (no me acuerdo ni de quién era ni dónde lo vi) decían que los guapos ganaban más. Yo creo que también tenían que haber preguntado el grado de autoconfianza de cada uno. Seguro que los que más ganaban eran los que más se querían.

4 comments:

Iris Riesgo said...

Moi, me ha encantado el post anterior, el de la conversión necesaria. Joder, tienes toda la razón del mundo. A veces me sorprendo comentando con mi hermano que cuando nosotros teníamos la edad de Fulanito ó Menganito no hacíamos esas cosas, que la juventud de ahora está loca o que cualquier tiempo pasado fue mejor. Con los años crece el sentimiento de nostalgia, lo creas o no, y criticamos lo nuevo porque es simplemente, nuevo y diferente a lo que nosotros tuvimos.
Este post de la imagen también es bastante cierto, creo que si alguien trabaja en moda y va como Manolo el del bombo durará poco en la profesión. Muaks.

T.T. said...

Hii, pues tienes toda la verdad el autoestima es imprescindible para avanzar, seguir y conseguir lo que uno se propone! Aunque la belleza tmbien ayude! Un beso !

Patri Jorge said...

Justo...LA ACTITUD...y es cierto muy cierto lo de rosy..si estás segura y contenta contigo misma eso se nota...de puertas afuera. Un abrazo.

SuzieMoi said...

Nuevas fotos de Coolboy y de Patri... me gustan!

Totalmente de acuerdo, Irixjose. El día que diga "cuando seas madre comerás huevos" quizás me encierre en casa una semana o más.

Ay, qué empane tengo hoy.

Besoos