16.4.08

Los imbéciles


Son muy fáciles de detectar pero muy difíciles de rechazar. Se necesita al menos una experiencia previa con un imbécil para darte cuenta de que por muchas vueltas que le des, el imbécil siempre será un imbécil, muy a nuestro pesar y por muchas cosas buenas que pueda tener.

El imbécil puede ser imbécil por varias razones – sólo por una, por varias, o – ya se si es un auténtico imbécil -, por todas ellas:

- Normalmente el imbécil siempre tiene un Ego bastante fuerte, bien construido. Pero, por favor, hay que tener en cuenta que el Ego se puede tener bien construido sobre mentiras, falacias, verdades a medias, características inexistentes, etc. – no sé si me entendéis -.
- El imbécil puede tener manías muy absurdas de lo más variopintas: la de un “conocido” de ducharse sólo con y sólo si se tiene Gel Sanex a mano, me encanta.
- Debido a su Gran Ego, al imbécil le gusta escucharse, se siente listo, se crece mucho, luego dice que a la gente le gusta escucharle, en fin… es un imbécil. Está tan seguro de sí mismo que puede llegar a decir auténtica estupideces y defenderlas como si pudieran tener algún sentido eso que están diciendo, tipo: “yo no soy racista pero a los gitanos los apaleaba a todos” - ¿?????? -
- Discutiendo suelen ser un auténtico infierno. Se creen que el resto de la humanidad, especialmente la mujer que tienen al lado – o enfrente, según como se mire -, es imbécil – aunque el imbécil lo sea él-, que las motos están para venderlas y para justificar cualquier tontería son capaces de estar HORAS discutiendo, dándote argumentos absurdos, mareándote.
- El rollo humillación y anulación les va bastante. Si tienen alguna discusión en público con su novia/mujer son capaces de humillarlas y montar el megapollo con tal de demostrar al mundo que ellos son mejores. Lo que no saben es que los que están viendo el numerito sólo pueden pensar: “¿Mejores en qué? ¿En estupidez supina?”
- Les encantan las cosas buenas. Si tienen dinero se las compran. Cuando no tienen tanto, son incluso capaces de ir a las tiendas aunque sea a admirarlas. El fondo del problema son las apariencias, pero no sólo le basta con tener posesiones materiales, también necesitan enseñar al mundo lo fabulosos que son ellos, sus vidas, sus trabajos, sus novias/mujeres… en definitiva, todo. Si la tuvieran bien grande serían exhibicionistas.

¿Antídoto contra el imbécil? Si es la primera vez que te cruzas con uno, será más difícil, pero todavía puedes hacer algo: focaliza en sus defectos, en sus frases hirientes, en su pedantería, en aquello que te moleste más de él. Piensa que él es y será siempre así y que nunca evolucionará a nada mejor. No hagas el tonto, no metas la cabeza debajo del ala. Piensa que sí, que tienes razón, que esa característica suya tan horrible no te la has inventado, que está ahí y que estará siempre. No te dejes obnubilar por sus encantos.

Si ya has estado con un imbécil y te cruzas con otro… por favor, recuerda muy bien y mucho cómo te fue con el primero, acuérdate de la losa que te quitaste de encima cuando lo dejasteis y no olvides que por ahí hay tíos normales.

4 comments:

Anonymous said...

lo que no sabemos es que en la mayoría de los casos esa seguridad que aparentan no es más que una pose y que en el fondo son unos miserables y lo saben, por eso intentan disimular con su pinta, su actitud y su forma de aparentar ser lo mejor que te ha pasado en la vida

Di said...

Lo del gel sanex me ha dejado en shock, y no sé cuanto tiempo voy a tardar en recuperarme.

SuzieMoi said...

Sí, anónimo, tienes todo la razón.

No me extraña Di. Es un poco fuerte la movida.

María Puga said...

Lo peor de los imbéciles es que casi todo el mundo que está a tu alrededor se da cuente de que es "un imbécil", pero ¿como te lo van a decir si es tan evidente que es imbécil?, se les ve venir de lejos a no ser que el imbécil sea tu propio imbécil en cuyo caso puedes tardar muuucho en darte cuenta o no darte cuenta o no quieres darte cuenta porque en el fondo es tu imbécil y evidentemente tiene cosas buenas.

Me estoy liando con tanto imbécil...