26.4.07

La vie en rose ou en grise


La vida a veces te da patadas. Otras simples pataditas. Otras grandes alegrías. Y otras muchas pequeñas y constantes alegrías. A veces nos fijamos más en unas cosas. Otras no podemos dejar de pensar en las otras. Pero, sobre todo, ante todo, hay que tener la actitud correcta, que en algunas ocasiones no es la adoptada. Los impulsos, el instinto de repetición del ser humano y supongo que también cierta estupidez nos hacen reaccionar algunas veces MAL.

Si te dan una patada y te agachas, MAL. Si enfureces, MAL. Si pasas, normalmente MAL. En general SIEMPRE hay que hacerse respetar, dejar claro a la otra persona que lo que se está recibiendo es una patada, que no nos gusta, que no se tiene que repetir y actuar en consecuencia con la persona que te da patadas (por ejemplo: no ser simpatiquísima con la persona que es una borde con nosotros). A veces las circunstancias nos lo impiden (¿como dejarle claro a un jefe que sus patadas te tocan las pelotillas?) pero por lo general debemos siempre hacernos respetar. Tristemente la gente casi siempre se aprovecha del más débil. Si permites que te pisoteen, te pisotearán más.

Ante las constantes y pequeñas alegrías, creo que uno debe tener siempre una actitud correcta. Hay que estar contenta con las nimiedades y tonterías monísimas que nos ofrece la vida. A mí por ejemplo siempre me había hecho ilusión tener un móvil que se abriera y se cerrara pero nunca elegí uno así porque se suponían que eran más débiles. Dado que mis móviles acaban tirados por el suelo una media de dos veces al día, siempre elijo los que parecen resistentes (si fuera La Divina me hubieran regalado un móvil al día y hubiera ido tan feliz por la vida, pero a mí, a pesar de ser fantástica y fabulosa, no me hacen tantos regalos como a ella - ¿cómo lo haces Divina?). Afortunadamente esta última vez que he ido a elegir nuevo móvil, el vendedor de El Corte Inglés me dijo que el Sony Ericson que se abre es resistente, lo cual ha sido comprobado por una amiga genial que tiró el suyo por el hueco del ascensor desde un tercero y sobrevivió. Así que ahora estoy feliz, abriendo y cerrando, abriendo y cerrando sin parar mi nuevo móvil.

Creo que el ser feliz con las pequeñas cosas de la vida hace que lo grande e importante (la familia, los amigos) llegue bien por sí solo. Si uno está bien, atrae el buen rollo. Si uno está mal, espanta el buen rollo. A nadie le gusta estar al lado a alguien que no es capaz de disfrutar de la vida, de reírse y de divertirse.

4 comments:

Anonymous said...

Es cierto, que importante es saber disfrutar de cada pequeña cosa que te da la vida, en parte eso es lo que te puede hacer ver las cosas grises menos malas.

Es como el del anuncio de la radio que le echan del trabajo pero no le importa porque su vida sexual va bien. Es un ejemplo un poco extremo ¿no? jajajajaja

Iris Riesgo said...

Cierto, la vida necesita más alegría, más amor y más HUMOR. Yo creo que con estas 3 cositas más presentes en nuestra vida todos saldríamos ganando.
Pero, como no, siempre habrá ca****** mucho peores que harán que, por mucho que lo intentemos no podamos ser todo lo felices que quisiéramos. Chimpún. MUAKS.

Patri Jorge said...

verdades como puños, preciosa!, te cuento un detalle de mi día. Tuve una reunión y le llevé a mi interlocutor una tontería, se la dí y tras los agradecimientos oportunos, ví su cara. Él poco dado a soltar emociones, no hizo apenas comentarios y al irme le dije: lo mejor de la reunión, tú cara al recibir el regalo, NO TIENE PRECIO....y me fuí con una sensación de alegría sólo con las pequeñas cosas de cada día!!!! Un abrazo. Me gusta leerte....

SuzieMoi said...

Totalmente de acuerdo, Puga e Irixjose.

Patri, muchas gracias. Las caras de la gente al recibir un regalo suelen ser bastante curiosas en general.

Besooss