10.4.07

Una pequeña enfermedad


Los microscópicos organismos que invadieron mi cuerpo un día cualquiera de la semana pasada siguen haciendo su mella por mi garganta y mi nariz. Mira que le advertí al portador del virus, bacteria o lo que sea, que no se acercara mucho a mí ya que no estaba yo muy de humor de ponerme enferma. ¿Pero quién ha sido la única imbécil entre seis personas en incubar el dichoso bichito? Pues yo. En fin… me resigno a sufrir en aras de la amistad que me une con aquél que me ha estropeado mis dos últimos días de vacaciones – porque sí, encima yo tenía vacaciones hoy y mañana y pensaba dedicar estos dos días a hacer cosas interesantísimas que todavía no había focalizado del todo, pero que ya no me interesa focalizar, no vaya a ser que acabe por ahí danzando y cogiendo frío y comprando todas las papeletas de la rifa de la pulmonía, como diría mi madre-. Así que aquí estoy, perdiendo el tiempo y haciendo tonterías como:

- Recopilar zapatillas, camisetas y demás en algunas tiendas on-line para un amigo que quería renovar su vestuario. El problema es que el mail que le he mandado al final iba lleno de artículos fabulosos y molongones, todos absolutamente imprescindibles y fundamentales.

- Bañar al perro. Tenía que haberlo hecho hace dos semanas y no debería haberlo hecho ahora porque estoy enferma pero el aburrimiento mata.

- Visitar blogs para ver si hay novedades. Y la verdad es que no muchas. Aunque alguna curiosa, como el robo por parte de Irixjose en Zara de unas “joyas” que adornan, ¿adivinas Irixjose? MI VESTIDO NARANJA. En cuanto lo vi supe que debía ser mío. Irixjose se pondrá las piedrecitas en la cabeza, yo las llevaré en el escote. Por cierto que el otro día me lo tuve que poner inevitablemente a pesar del tiempo (ahora que caigo, puede que el vestido haya tenido algo que ver con la invasión vírica/bacteriológica). El resultado de combinar un vestido de verano naranja con unas botas katiuskas azul claro en Tarifa en un día de lluvia es curioso – aunque también precioso – nada puede quedar mal con ese vestido -.

- Estar todo el día valorando artistas y canciones en Yahoo radio. Algo no muy útil en estos tiempos dado que el viernes me cambio de casa y voy a estar sin línea telefónica UN MES. Todavía no sé si voy a saber superar este difícil trance que Tele2 me va a obligar a experimentar.

- Buscar casa para este verano para descubrir que la gente es demasiado previsora y que la casa que quiero, obviamente, está ya cogida. Con piscina natural y todo, al lado de un río. En fin, qué se le va a hacer.

4 comments:

Anonymous said...

Mmmmmm....

Al final fuisteis a ver a la del autobus?

No se me ocurrió preguntártelo en persona y al ver la foto me acordé.

Ponte buena pronto niña.

Un beso

Iris Riesgo said...

Juas, juas, juas, me parto. Vaya, ahora me siento todavía peor por mangonear... jajaja. La verdad que el vestido era ideal, por lo menos a mí me encantó. Además, me gusta como lo combinaste. Por cierto, te propongo post sobre los autobuseros, como los llamo yo, ARRRRGGG. Son como las viejas, o muy buenos, o unos hijos de p****. MUAKS.

eduardian_guy said...

mucha sopita de pollo y revistas de moda para pasar el rato.

Besos

SuzieMoi said...

Al autobús no fuimos. El chiringuito nos llamaba con más fuerza. Una pena. Pero es que era el mejor chiringuito que he visto yo en mi vida.

Lo del post de los autobuseros es una posibilidad. A ver si un día me sale.

Gracias por los ánimos, hoy ya estoy mejor.

Bessooooooos