25.1.07

Trabajar con ganas


Me ha encantado Carine Roitfield. Gracias a Mrs. de Winter he visto una especie de entrevista aquí y aunque millones de frases no las he entendido (definitivamente he perdido casi todo mi francés – hablaban demasiado rápido para mí) sí he entendido que en un momento dado les daba la enhorabuena a sus subordinados y que al final del programa decía que su labor como directora de Vogue Francia y de Vogue Hombre Internacional era fructífera sobre todo gracias a la labor de equipo.

Hoy hablaba con una amiga sobre el apalancamiento y la falta de motivación en el trabajo y las medidas para evitarlo y las dos estábamos muy de acuerdo en que era absolutamente necesario que los empleados se sintieran con fuerzas y con ganas de hacer las cosas para rendir al máximo, algo que todavía demasiadas empresas no acaban de entender ya que siguen aplicando las mismas normas que los decimonónicos: pagar cuanto menos mejor, jamás reconocer el trabajo bien hecho y siempre hacer ver que lo que está mal está muy mal. Estas son las tres que se me ocurren en un primer repaso mental pero seguro que hay muchas más actitudes de hace dos siglos.

De lo que no se dan cuenta estas empresas con capital humano infrautilizado es de que cuanto más feliz es una persona, mejor trabajará. Es decir, cuánto más se le reconozcan a una persona sus aciertos y más hincapié se les haga en que los errores sirven para aprender y para que lo malo no vuelva a ocurrir, mejor trabajará. También, aunque el dinero no da la felicidad (afortunadamente, si no que mierda de mundo – pensad por un momento que todos los ricos fuesen felices sólo por el hecho de tener dinero – la mitad de la población estaría con depresión clínica), sí que tranquiliza y hace que estemos más relajados y completos (el poder comprar la Wii si te da la gana o la última faldita de H&M ideal son cosas que le hacen ilusión a uno – claro que los empresarios hace ya mucho tiempo que han olvidado ese tipo de ilusiones y la satisfacción que producen) y dispuestos a utilizar todas las neuronas a favor de la empresa.

Obviamente, la empresa nos paga por trabajar y sólo por eso hemos de dar lo mejor de nosotros mismos, sean cuales sean las condiciones, pero desafortunadamente/afortunadamente el cerebro humano no es una máquina y por tanto no se le puede exigir que trabaje siempre a pleno rendimiento, sean cuales sean las circunstancias.

Lo mejor de la vida es aprender las reglas del juego y sacarle el mejor provecho utilizándolas. Intentar cambiarlas es imposible. Es como darse contra una pared. Por eso no entiendo a las empresas que no entran en el siglo XXI de una vez por todas.

4 comments:

CHIC-HANDSOME said...

good year

Patri Jorge said...

cariño, las empresas no tienen corazón y...son tan frías que lo único que persiguen es facturar, facturar, beneficios, y beneficios y si no lo haces tú, lo hará otro.....Aunque de vez en cuando tiene sus cosas buenas. No?. Genial el esbozo del zapato. A lo mejor te lo pido prestado.

T.T. said...

Uy las empresas tan solo te buscan para que seas su esclavo, su fiel seguidor, pretenden ser tu Dios, así que vive, vive y sé feliz.

Y la Carine me parece fantástica, siempre con su cara de repelente, y fantásticamente bien arreglada.Besazos, y feliz finde ;)

SuzieMoi said...

Sí, tenéis razóóón, pero es que a veces es taaaaaaaaaan desesperanteeeeee.

Patri, lo que quieras guapa.

Besoos