26.3.07

La mentira


Los mentirosos además de mentirosos suelen ser un poco tontos. Para empezar porque se creen que los demás somos tan tontos de creernos sus mentiras. Los mentirosos suelen exagerar mucho y se suelen inventar historias excesivamente rocambolescas e increíbles. Normalmente los que tenemos que aguantar que nos cuenten estas historias no solemos decirles que sabemos que nos están contando una mentira por educación. ¿Qué pasaría si de repente todos los que rodean a un mentiroso empezaran a decirles “hombre, fulanito (u hombre pepita), deja de contarme ese rollo que sé que es bola”? Pues que por fin se darían cuenta de que el resto de la humanidad no es tonta y dejarían de hacer el ridículo. Porque cada vez que cuentan una mentira y se dan la vuelta las personas que han tenido que escucharles suelen comentar y reírse de la persona y de la mentira.

Para continuar porque se creen infalibles y no se dan cuenta de que cometen errores y en algún momento, antes o después, se acaban equivocando y se delatan. Es curioso pero parece ser que las mentiras son muy difíciles de recordar. Cuando cuentas una mentira lo mejor es contar la menor cantidad de detalles posibles porque lo más probable es que si tienes que repetir la mentira cometas algún error.

Y para terminar porque no se dan cuenta de que el resto del mundo no les cree. Aunque las personas no-mentirosas no digan nada, es muy fácil deducir cuando saben que les están mintiendo ya que la cara que ponen al escuchar la bola suele ser de consternación o de circunstancia. Y, sin embargo, a pesar de la obviedad que se puede ver en el rostro de la persona de enfrente los mentirosos no son capaces de verlo y se ven siempre muy satisfechos a casa convencidos de lo bien que mienten y lo poco que se entera la gente.

Y de lo que no se dan cuenta es que la gente al darse cuenta de que los mentirosos son lo que son, no se creen ya casi ninguna historia de las que cuentan, aunque sean verdad. Porque los demás ya no tienen manera de distinguir la verdad de la mentira. Y todo el mundo siempre tiene historias que parecen increíbles para contar. Pero la gente sólo las creerá si uno dice la verdad el resto del tiempo. Y los mentirosos, pobrecitos, viven en la inopia sin saber que nadie les cree y que todo el mundo se ríe.

No comments: